Sí, no me imagino la vida sin acceso a Internet ni cómo las generaciones anteriores pudieron vivir desconectados.

No, los aspectos más importantes de la vida como los afectos y la naturaleza viva prescinden del uso de Internet.

Creo que cambió nuestra vida por la inmediatez en la comunicación sin importar la distancia, lo que nos hace espectadores y no partícipes.